martes, 19 de enero de 2010

UNA COLECCION ILEGAL

No se como de un rato a otro, o fue un cambio progresivo que no nos dimos cuentas por el paso de los años que nos adormecía la edad, pero nos dejo de interesar ciertas cosas.
Pusimos en desuso cosas que eran fundamentales para vivir, esas cosa que cuando chico te llagaban hasta quitar el sueño, como la partida de bolitas o de canicas dicho en otros sitios y soñabas ganándole en una partida encarnizada a los más pintados en este deporte de suelo, de tierra, que se jugaba de rodillas es por eso los enormes huecos en los pantalones que terminaban deshilachados en los mejores casos y otros rotos sin remedio pero con la gratificación de ese sonido delicioso e inconfundible de la gloria, ese sonido de esas bolas de cristal golpeándose unas contra otras dentro de los bolsillos y al correr parecíamos una enorme sonaja ambulante, otras cosas que pusimos en desuso solamente porque nos llego a aburrir, fueron los trompos, el Run Run , en una acción de rebeldía propia de la edad hasta dejamos de ir a la iglesia. Comenzamos a juntarnos con gente mayor, el fulbito de las 6 de la tarde termino por sustituir todos esos hábitos.
Creo que en este tiempo nos dimos cuenta que las chicas, nos comenzaban a gustar más de lo que alguna ves nos gustaron su sola presencia terminaba por despertar la curiosidad de mi bajo vientre, comenzó con unas cosquillas inocentes que si le dabas cierta estimulación esas cosquillas podían incrementarse, en los inicios esas estimulaciones no pasaban de pequeños roses sin llegar a la masturbación que en palabras de mi abuela serian la degeneración de la juventud, con aquellas sensaciones extrañas y de un gusto distinto a todo lo que yo asta ese momento llamaba “RICO” vinieron los tabúes y las leyendas urbanas como: “diosito te va a castigar si haces eso” uno de los más pudorosos comentarios que siempre metían a dios para interceder ante la tentación, y había los más alucinantes como “si te haces la paja se te va caer a pedazos” se me encrespó los pelos de los brazos al escuchar esto, pero no entendía esta contradicción, ¿porque tenia que pasar algo tan feo con mi pequeño y potencial órganos reproductivo después de algo agradable?, el miedo estaba sembrado y tal vez llego para quedarse, pero a responsabilidad mía exponiéndome a que se haga verdad todo lo que decían, de cuando en cuando me rozaba adrede muy rápido pensando q mientras más rápido me sobaba seria menos el castigo de dios, es más, derepente ni se daba cuenta.
Pero la masturbación tenia que caer de maduro. Es así que Sucumbí al pecado y a ver como todas las desgracias caían sobre mi pequeño adorado miembro, el primer día después de la primera ves fue muy difícil, la preocupación me embargó y me vi. en la necesidad de hacerle revisiones rigurosas a cada momento para ver la evolución de las maldiciones, me quede asta tarde en la noche procurando darle buen final al desahuciado, hasta que el sueño me traiciono y me quede dormido abandonándolo a su suerte, a su triste destino.
Cuando desperté por un segundo era todo normal y listo para la rutina del día, era bastante temprano, era una hora que debería seguir durmiendo, pero esa mañana estaba como diferente, como mas pasiva tenia el sol rojizo saliendo por los cerros todo agradable hasta que vino a mi mente como un relámpago asesino que me destrozo la mañana, me fracturo un instante el entendimiento, y me puso de frente al recuerdo de la noche anterior otra ves se me erizo los pelos y me pregunte que fue de la suerte del desahuciado después de la estimulación genital riesgosa y si dios tenia que castigarme estaba en todo su derecho, de un solo jalon tire al piso las cobijas y de otro hice volar la sabana por los aires, ahora solo me separaba la liga de mi pantalón de dormir de la verdad, seguro que ya no estaba en su lugar, o tal vez mientras dormía lo chamuscaron con las brasas del infierno pobre estaría irreconocible, o seguro era alguna clase de gelatina pegajosa muerta por mi culpa, antes de dar el paso de reconocimiento de cuerpo lo toque por en sima del pantalón había un bulto eso quería decir que todavía estaba ahí, la pregunta ahora era ¿como estaba?, no aguante más la incertidumbre y lo descubrí. Al verlo quise saltar de la emoción estaba ahí, dormidito relajado, despreocupado, ese día me di cuenta que lo que había hecho era algo normal y yo no era el único, del 100 % de mis amigos el 99 % ya lo habían hecho y algunos ya llevaban más de un año en esos ajetreos juveniles.
Pasado el tiempo ya no tan inocente me había agenciado de una importante colección de la ya extinta revista para mayores KAMASUTRA tenia ilustraciones con fotos de posturas sexuales sugerentes e inexplicables la verdad en ese momento no entendía para que tanta pericia para un acto tan natural, porque tenían que hacerlo tan difícil, cosas que a esa edad no comprendía pero ya con los años me di cuneta que ahí cosas que se hacen sin saber que se hacen.
Un día mi amigo Lenny compañero de aula y por las tardes a la salida del colegio compañero de pesca, camino al río me pidió encarecidamente que junto con los anzuelos y los instrumentos de pesca sacara a escondidas de mi abuela algunas revistas para mayores de las que el tenia pleno conocimiento que existían, era mi amigo y yo no podía dejarlo con las ganas de fisgonear aquellas revistas, entre a la mi casa bueno a la que era mi casa osea antes que mi querido tío lo vendiera y se haga por arte de magia dueño absoluto de la totalidad de aquella casa pero es otra historia, subí las escaleras a mi cuarto cogí los anzuelos revise los pasadizo si había alguien y tome un par de revistas a la volada del escondite secreto, las doble por la mitad levante la basta de mi pantalón y las metí dentro de las medias, baje más de prisa la escaleras - ¡ya vengo me voy al río a pescar! – grite, mi abuela también grito pero ya no lo entendí creo que dijo ¡ muerto de hambre! Pero yo ya estaba en la calle con anzuelos y revistas pornográficas en las medias.
Lenny y yo comenzamos a correr por la carretera que lleva al río asta ponernos fuera del alcanza de mi abuela que de seguro estaba molesta, entramos por el cequión del tío Pancho para buscar lombrices, luego más tranquilo mi compañero no se aguanto la curiosidad, me pidió la revista – ¿y la trajiste? – a sí aquí esta – las saque de la media y el como descontrolado comenzó a mirar, cada pagina que pasaba habría más los ojos - a la pucta, miiiiiiira, su madre, esas eran las únicas palabras q decía, yo miraba su cara de enfermo y pensaba seguro q yo también ponía esa cara de toro encabrestado que vergüenza, termino de ver la primera y comenzó con la segunda a devorarla como loco en un momento quise quitársela pero no me atreví derepente se ponía rabioso, asta que por fin termino y sus signos vitales se restablecieron lo vi más calmado resaltándose de la sobre exposición a poses sexuales, cerro la segunda revista y la abrió de nuevo no podía deja pasar una oportunidad así, y saco de la mitad de la revista el póster gigante que venia de regalo a todo color, una foto gigante de una chica en cueros enseñando sus encantos y sus aberturas, casi se podían ver su intestinos, lo arranco, se lo puso en el bocillo de atrás del pantalón, no me hizo ninguna gracia, mi colección estaba sufriendo una mutilación, se quedo como coja sin ese póster, pero era mi amigo y lo deje que se lo llevara como una muestra de mi amistad. Después la pesca nos hizo olvidar todo.
El lunes en el colegió temprano lo vi a mi compañero pescador como molesto, me acerque y le pregunte que tenía uno como amigo derepente lo podía ayudar. Me miró – mi mama encontró el póster – dijo apenas, era verdad su mamá encontró el porter el sábado a la hora de la lavandería, delante de las señora que lavaba la ropa y las chicas que ayudaban en su casa, ingrata sorpresa se llevo su madre al buscar en los bocillos del menor de sus hijos, mete la mano al bocillo de atrás del pantalón saca un hoja doblada en papel couche cada dobles la pobre madre habría los ojos, esos ojos que no daban crédito a lo que veían en el ultimo dobles se pinto la chica desnuda por completo, las chicas y la señora que lavaba se quedaron de una pieza boquiabiertas - ¡HELMERRRR! – grito su madre ¡TIENES QUE HABLAR CON ESTE MUCHACHO! – siguió la señora gritando desde el patio –MIRA LO QUE ENCONTRE EN EL PANTALON DE TU HIJO – más molesta.
¿ y que te dijo tu viejo? Pregunte yo a mi compañero – me llamo a la sala, me sentó en una silla frente a el y me dijo – ¿ACASO NO SABES QUE ESO TE CAGA EL CEREBRO?




Este relato se lo dedico a mi amigo ROBET cuando lo escribí no se por que me acorde de el jajajajaj

1 comentarios:

Anónimo dijo...

y seguro q las revistas no lo devolviste y te la guardaste para q nadie mas intente mutilarla y ser tu el unico acrededor de esas fotos q te llevaban a la gloria de las canicas
es rikichisisimo tu anecdota

Publicar un comentario


Credencial Facebook