sábado, 9 de mayo de 2009

SEÑOOR.

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LA CASA DEL CERRO

A medio Kilómetro saliendo del pueblo, siguiendo las curvas de la carretera que va a chota cruzando ALCUNIS, que no era mas que una quebrada de agua cristalina y fría que baja de las alturas, me quedo en este punto y sigo con la mirada su cauce que como toda la vida pasa por debajo de la casa de don TEODORO un señor de muy buen trato flaco el, y con la cara blanquecina pigmentada por la pequeña barba de dos días que siempre tenia, lo conocí viejo y creo que siempre fue así, me contaba mi abuelo del talento que tenia para la agricultura, pero lo que yo más recuerdo con gran entusiasmo es el color guinda con detalles cremas que tenia su camioneta FORD bastante antigua q estaba tan bien cuidada que parecía que recién la hubiera comprado, era un espectáculo esa camioneta, cuando pasaba por la casa ese sonido inconfundible del motor y el claxon que como saludo sonaba cada ves q pasaba por la puerta de la casa, y en respuesta de ello solía salir corriendo para solo ver perderse en esa espesa polvareda que dejaba a su paso. sigo la carretera y en la primera curva esta la casa del cerro.

Es curioso, el portón que fue levantado como un monumento a la seguridad, con latón que alguna ves estuvo pintado de rojo y ahora el oxido ya había hecho estragos en sus estructuras y las polillas habían hecho lo mismo en el armazón de madera de cuatro metros de largo por dos de alto en cual estaba clavado el latón, ya no era nada mas que un montón de chatarra con el recuerdo que hubieron tiempos mejores. EL portón como entrada al inmenso patio de aquella casa en donde alguna ves fuimos felices, sus rincones ya no eran los mismos de aquella época cuando corría mi niñez por sus pasadizos, la casa tenia un inmenso balcón con mira a los arboles de palto y de higo que dejaba ver sus frutos por en sima de aquella barda al alcance de los transeúntes y colegiales , sus ramas dibujaban sus propias siluatas al proyectar sus sombras en las veredas.

Tengo marcadas a fuego esas curiosas y geométricas figuras verdes en el piso de la sala aun mas imperturbable al brillo del sol que se colaba por las ventanas a la hora del almuerzo.
En el patio gobernaba ese frondoso árbol de Bugambilia con flores lilas que se enarbolaba por en sima del tejado color ocre cuyas ramas daban sombras en todo el patio, mi abuelo colgaba el columpio para hacerme aun mas feliz sin saber que tal vez el era el que me hacía feliz, era un viejo de pelo negro intercalado con algunos cabellos plateados con mas abundancia en las cienes, tenia un mini bigotillo que lo llevaba desde muy joven por lo que tengo entendido, vestía guayaberas blancas o en su defecto cremas eran esas camisas donde se descolgaba desde los hombros y cruzaban el pecho de manera vertical un grupo de dobleces y bordados muy particulares, lo curioso también era que vivíamos en el campo, trabajando la tierra ya sea regando, sembrando, arando y nunca vi sucias esas guayaberas.

Mi abuelo tenia una fabrica de AGUARDIENTE que en tiempos del contrabando le dejo buenas ganancias, la fabrica estaba en el otro lado de la casa, o mejor dicho al otro extremo empotrado en el cerro en 2 niveles escalonados, en el primer nivel era la maceración del jugo de la caña de azúcar en grandes toneles de madera, para su posterior destilación que se daba hirviendo los jugos y de esta manera logrando la evaporación que se le hacia pasar por unos tubos de cobre en forma de un gran resorte que se le llama cerpentín, su función era nada mas q enfriar el vapor y convertirlo en liquido, a esto se le llamaría Aguardiente. en el segundo nivel tenia la molienda de la caña de azúcar, el Trapiche estaba conectado por unas fajas al motor que le daba la fuerza para mover esas tres masas de fierro fundido por donde pasaba la caña para ser molida.
He recorrido tantas veces este lugar en mi mente que me parece ayer cuando por sus ventanas veía, haya en aquel cerro de al frente correr de blanco con el pelo amarrado en forma de cola a Teresa, mi primer amor, vivía en una casa a orillas del camino y de cuando en cuando salía a correr entre los eucaliptos y árboles de balsa para deleite de mis ojos, he quedo contemplando esa espigada y flaquísima figura de niña que es verdad, debo confesarlo, nunca me miraba y mucho menos se dio cuenta de mi y solo fue un gran primer amor platónico.

Tiene tanto de vida esta casa que todos sus rincones tienes recuerdos, todas su paredes historias y todos los q pasamos por aquí vivencias no podría olvidarme de las fieles perras, pantera y lassie la primera, madre de la segunda, cuando el negocio ya no era productivo y la reforma agraria con esa absurda manera de pensar q las tierras son de quien lo trabaja y no del dueño, expropiado mi abuelo decidió retirarse al pueblo por obligación y las únicas que se quedaron fueron pantera y lassie en la casa de campo, yo creo que nos fuimos de a pocos para hacernos la idea que solo es una despedida y no un adiós o regresar era como un encuentro profundo con uno mismo y con nuestros orígenes.

mi abuelo con mucha dedicación y como una gran muestra de gratitud todos los días les llevaba comida para sus perras como el decía, por lo cual mi abuela le preguntaba si eran perras de cuatro o de dos patas, a la que el respondía con una sonrisa mientras salía cogiendo en una mano el balde de comida para sus perras y con la otra tomaba la pequeña mano de su nieto q en ese caso seria yo a mis 10 años, hoy comprendo el caminar pausado mientras suspiraba al contemplar su obra y cuanto logro, vi alguna ves en su cara la satisfacción personal aun que el sabia que se estaba acabando una época y solo se estaba despidiendo.

Al poco tiempo viajo a la capital y la insuficiencia renal le impidió regresar, murió como el árbol de bugambilia que por coincidencia de la vida al mes se cayo, tal vez de viejo o quizás las polillas ayudaron en algo, mi abuela lo convirtió en leña y por otro mes lo vi humear al cielo.
Por otro lado una de sus perras murió y solo quedo Pantera. un día sábado regrese a la casa del cerro solo para recuperarla y como no quiso seguirme la cargue por casi una hora asta el pueblo en el camino se me escapo un par de veces era claro que ella no quería dejar su casa en donde había vivido toda su vida, pero también era verdad que ella formaba parte de mi vida y tenia q tenerla conmigo, creo q comprendió eso y se acostumbro bastante rápido al pueblo, me acompaño asta cuando termine la primaria el día de mi viaje de promoción murió en el jardín de la casa donde fue enterrada.

Es preciso decir antes de terminar que los cambios siempre hay q darlos para bien y que siempre se va a dejar en el camino momentos y recuerdos imborrables solo hay que seguir sin olvidar quienes somos y quienes fuimos.Leer Mas...

lunes, 4 de mayo de 2009

PARA ELIANA


hoy me levante con una profunda pena, hoy me levante como si algo querido se hubiera quedado estancado y perennizado en el tiempo que dejamos pasar y que nunca mas volvemos a ver, hay te quedaste, en el camino, el camino de la vida donde algunos lo terminan antes, como tu, y creo imaginarte levantando la mano a modo de una alegre despedida a las espaldas de los que quedamos esperando el fin de nuestro propio camino, que es natural, que es tránsito normal de todos los que tenemos la dicha de decirnos seres vivos, seres vivos por estar cargados de sentimientos y cariños, besos y abrazos, que volcarlos a otros ser vivos, es por eso que lloramos la oscuridad donde antes colgabas tu sonrisa, es por eso que lloramos el termino de tu camino y maldecimos cada beso y cada abrazo que guardamos para ti y que ya nunca te lo daremos, pero no te preocupes que los míos te lo doy cuando me llegue el delicado momento como dice Joaquín sabina.
Hay cosas, momentos, circunstancias que uno jamas llega a entender, y mucho menos uno nunca llega a encontrar las palabras exactas para describirlas, como el milagro de la vida en el nacimiento o la desolación que deja el paso de la muerte por nuestras vidas llevándose sin explicación a personas queridas y con ellas los recuerdos plagados de momentos en su gran mayoría felices y otros no tanto, que nos hacen saber que somos humanos y que no somos perfectos, lo mejor es eso, que sabemos que no somos perfectos y es por eso que te quisimos, te queremos, y te seguiremos queriendo.
Siempre creí que los recuerdo vencen a la muerte inmortalizando tu imagen en las conciencias de todos los que alguna ves nos vimos reflejados en tus ojos, festejando tu alegría, me despido diciendo " QUE TAL VES NUCA ENTENDERE TU DESAPARICION, QUE TAL VES VOY A ODIARTE POR TU DECISIÓN, PERO LA VERDAD ESQUE TE RECORDARE SIEMPRE Y QUE NOS HAS COSTADO LAGRIMAS DE SANGRE NEGRITA LINDA.Leer Mas...

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