viernes, 4 de diciembre de 2009

EL MENTIROSO

Al llegar a la capital mi padre trabajó en un hospital de campaña a la semana que llego a Lima me trajo presuroso diciendo que en la sierra me estaba perdiendo y terminaría siendo un alcohólico empedernido, tenia razón, es por eso que sin protestar deje la sierra para viajar a la Lima, en viajes anteriores por vacaciones había decidido no volver más a la capital, no podría ser bonita una ciudad con el cielo color panza de burro y menos una ciudad tan fría no solo por el clima también por la indiferencia de sus habitantes.
Los primeros meses fueron difíciles, el invierno nos trató mal, era tan fuerte que no te calentabas con nada, tenias que dormir con botellas de agua caliente, recuero alguna ves haber planchado mi pantalón con el puesto para agarra un poco de calor.
Todo eso era compensado si al día siguiente vería a Fransua aun que el nombre sonaba un poco varonil se trataba de una chica tan linda de exquisitos modales su linda manera de caminar por los pasillos del hospital era un escándalo silenciado por el odioso aviso del letrero POR FAVOR SILECIO EN LA SALA, seguía Psicología en la universidad San Marcos, tenía el trabajo de medio tiempo en informes que seguro lo hacia por sentirse bien ya que no creo que le alcanzara para mucho ese misero sueldo.
Compartía roles con Soffia, con doble “ f ” . Ella era más una anfitriona, también muy linda tenia los ojos más verdes que alguna ves vi, de figura esbelta. Estudiaba Negocios Internacionales en la universidad San Martín, dicen que siempre las chicas bonitas se juntan con chicas bonitas y esta no era la excepción Fransua y Soffia eran muy amigas, las solitarias amigas bonitas, aborrecidas por las no tan agraciadas compañeras de trabajo, que decían cosas perversas, truculentas, chuecas y quizás inventadas a sus espaldas, poniendo en tela de juicio su reputación ya que no entendían por que las contrataban si estaban las chicas normales y trabajadoras como ellas para hacer lo mismo. Desde que trabajaban medio tiempo tenían ciertos privilegios a la vista de todos, pero me niego a creer que fuera gracias a favores, o arreglos de una índole más oscura, llámese encuentros furtivos o revolcones en hoteles al paso con algún jefe panzón que escondía su anillo de compromiso en el bolsillo. Una chica tan linda como Fransua tan linda no me imaginaba en esos menesteres de jugar a ser el objeto sexual de alguien.
Yo estaba enamorado de Fransua y eso era lo que importaba.
Un día regrese tarde al hospital, ya q por esos tiempos me preparaba para ingresar a senati, eso de preparase era un titulo porque me iba nada más a pasar el rato, no me querían vagando y me metieron a la fuerza a estudiar algo q no se para que servia en un acto de autoritarismo militar, un día llegando de los estudios me encontré con la historia más inverosímil la chica había preguntado por mi y estaba estallando de felicidad tal vez era posible que asta le interese, ¿ por qué preguntaría si no sintiera particular interéz por mi?
Entusiasmado y con esa idea revoloteando como un pajarito de mil colores en mi cabeza comencé a correr al encuentro de mi amada mientras tanto mi mente hilaba frases de amor que saldrían por mi boca asta sus oídos y ella caería de amor por mi, como debe de ser y como debió ser desde que la conocí. Ahí estaba ella en el puesto de informes desvinculada del mundo sumida en sus apuntes y libros de psicología , al acércame el estomago se me hundió de pánico, pero yo igual, decidido a contarle que lo que ella siente por mi yo también lo sentía por ella, que estaba enamorado de ella asta el tuétano, que estaba enamorado asta del aire que mueve sus rojizos bucles.
-Hola Fransua- la salude.
- hola- respondió.
- pasaba por aquí y justo te vi. y vine a saludarte – justifique mi presencia.
- gracias eres muy amable-
- ¿y como estas? – seguía yo con la intención de entablar una conversación que me lleve a la declaración definitiva.
- bien gracias a dios, con los estudios, justo estamos en parciales es por eso q estoy estudiando ojala que la supervisora no me encuentre – contesta – ¿y que estas haciendo estos días que no te he visto? Pregunta.
- estudiando pues, bueno preparándome como te conté la ves pasada- respondí pero me estaba dando cuenta que la conversación estaba tomando otro rumbo y eso no quería.
- Fransua la ves pasada me contaron que estas enamorada de alguien de aquí ¿eso es cierto?- le pregunte sin reparos como dicen los viejos al toro por las astas, ella comenzó a sacar una risita culposa.
-nooo como crees- respondió la verdad es que esa respuesta no me convenció ya que las mujeres son difíciles a veces dicen no y es todo lo contrarió.
- ya pues la verdad- seguía, yo quería llegar a lo más profundo de la verdad, pero ella continuaba con la negativa, yo había dado el primer paso y no era hora de echarme para atrás a la pregunta de ella porque tanto quería saber le solte los perros.
- bueno es que me gustas – respondí esperando que ella se tire a mi cuello y me bese confesando que esta loca por mi.
- de veras gracias por venir aquí y declarar tu amor. Eres un chico lindo me caes muy bien pero la verdad es que tengo enamorado y lo quiero mucho – respondió apenada y yo me sentía el más baboso de los hombres, me disculpe por mi declaración de amor tan espontánea y me fui como el perro del chavo CON EL RABO ENTRE LAS PIERNAS, pero antes de suicidarme tirándome a las llantas de un carro por la vergüenza tenia que ir a reclamar al portador de la noticia que desencadeno todo esto.
- oe huevón como me mandas a que me declare a alguien que tiene enamorado – reclamo al mentiroso.
- yo no te dije que fueras a declararte, yo solo dije q pregunto por ti- respondió el mentiroso.
- puta me cagas me entusiasmas voy me declaro a Fransua y me ponen en ridículo porque tiene enamorado-
-¿a Fransua? – pregunta el mentiroso.
-.claro pe a fransua- respondo extrañado el mentiroso comienza a reir, pregunte porque la risa.
- es que la que pregunto por ti no fue fransua , fue soffia-

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