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EU: Estado de la hipocresía
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martes, 7 de abril de 2009
PORQUE NO ESCUCHE A JOAQUIN SABINA...
-Te invito unas chelas por el día de la amistad ya q no tenemos ningún compromiso y para variar es catorce de febrero, habla, tu Willy y yo, - pero tu sabes que vivo lejos - contesto ella - no te preocupes te pagamos el taxi asta el fin del mundo. - respondimos a una sola voz-, curvó la ceja acompañado de un media sonrisa. Era como las siete de la noche, parados en el paradero que por ser hora punta estaba atestado de gente esperando coger sus respectivos carros, justo debajo del puente peatonal que nunca utilizábamos seguíamos tratando de convencerla, - pero seguro mañana se van a enterar la gente del trabajo y que van a pensar... - ya pues Mila si se entera la gente del taller que va a tener de malo, la próxima salimos todos y punto. - dije interrumpiéndola. - no seas paranoica pues Mila tu solo di q si y vamos a tomarnos unas chelas, ¿y? ¿qué dices?. - pregunto willy con cara de perro hambriento.- esta bien un par y nada más, me puedo quedar máximo asta las once,- contesto con una mueca divertida, pidiendo permiso a la gente nos disponíamos a cruzar la pista con nombre de revolucionario inca, yo adelante ella en medio y willy detrás.
- no jodas, tu no me vas hacer cruzar la pista corriendo, teniendo el puente peatonal en sima nuestro, - cogiéndome de la mano y con el dedo señalando. -esa cosa que cruza a cinco metros de altura con malla de seguridad y que tiene escalera sirve para cruzar la pista y se llama puente peatonal. - me explico con un tono burlón y sarcástico, me había dejado en una total vergüenza y me lo había ganado a pulso, willy sonrió y moviendo la cabeza, subió las escaleras. - te jodió- me dijo rezagándose un escalón, yo sin palabras sonreía por la vergüenza que me había causado esta señorita de cabellos teñidos de un color castaño oscuro que combinaba muy bien con sus ojos color marrones, mientras cruzábamos el puente se hizo el silencio entre los tres, particular mente yo no sabía como romper el hielo, mirándola de reojo le dije en tono gracioso, - creo que te debo una disculpas por querer hacerte cruzar la pista de una manera tan.. tan rápida- su cara dibujo una sonrisa, - no te preocupes q yo también cruzo la pista, si no q esta ves quise hacerte una broma- respondió, los tres reímos por la espontánea broma de la cual había sido presa, bajamos las escaleras, y nos envolvimos en la conversación de toda la vida y de nunca acabar la seguridad de cruzar tranquilo una pista por estos puentes. mientras nos dirigíamos al PULPITO un restaurante cevicheria donde se podía tomar unas chelas tranquilamente, desde lejos se divisaba el enorme cartel con ese dibujo de un pulpo bebe, con un chupón y sonajero, de hay es que provenía el nombre, - que gracioso nombre, pulpito, ¿y siempre vienen aquí? - moviendo la cabeza seguido por sus cabellos, dirigió la pregunta hacía mi. - claro este es el punto de todos los sábados después de cobrar, mejor dicho después de que nos pagas,- se adelanto willy, - es verdad - ratifique.
El pulpito estaba en una esquina, frente a una alameda paralela a esa avenida grande que antes quería cruzar, cubría unas siete cuadras con verde pasto y banquillos pintados de rojo ocre, con esas farolas a media luz, luces intercaladas, no porque diseño, si no por su mal funcionamiento, algunas estaban con las bombillas quemadas inutilizadas por su falta de mantenimiento, que lo decía la falta de pintura de sus bases.
Ingresamos al restaurante pedimos las primeras cervezas a pedido mío. De esa manera iniciamos una muy buena conversación mezclado de temas, bastantes variados, creo q hay comenzó una muy buena amistad con la secretaria de aquel taller en el cual trabajaba contra mi voluntad y mas que nada por necesidad, que poco a poco empecé a estimar por los amigos y grandes compañero que tenía, nos quedamos pasadas las 12 de la noche en aquel lugar en el que comenzó una incipiente relación, iniciada con aquel beso, en aquel taxi camino a su casa, que apenas me acuerdo por el efecto de las cervezas de más.
Por lo ocurrido después no creo q fue una de las mejores relaciones que alguna ves tuve, ella salía de una relación tormentosa con un hombre mayor, casado con una hija, que por bienestar emocional ella había dejado de frecuentar pero siempre contestaba sus llamadas de la manera mas cortes, nunca le dije nada porque iniciando la relación me puso al tanto de como estaba ella emocionalmente, sinceridad que agradecí, entonces era como una relación libre donde estaba de mas que me digan esta prohibido enamorarse, y lo tome como un reto q termine perdiendo casi desde que comenzamos, era mas fácil comenzar a odiarla que comenzar a quererla, pero asumí el reto, - Se que no tengo ningún derecho en esta relación, pero tal ves pueda hacer que te enamores de mi. - le dije una noche mientras caminábamos hacía el paradero, - Creo que no es muy buena idea - contesto después de un pequeño silencio agachando la cabeza como quien mira al piso para no tropezar con algo - tengamos una relación libre, donde podamos salir cuando creamos conveniente, creo q es un muy buen trato. - insistí casi rogando sabiendo que esos ruegos me podrían costar caro, - ¿ y si te llegaras a enamorar de mi? la verdad es que no quiero lastimar a nadie - respondió de inmediato, parándose en seco, y acomodando entre los brazos los libros del curso de ingles que llevaba por las mañana, me miro y espero mi respuesta. - como es una relación libre si llegara ese día reconozco mi derrota y me alejo de ti - repuse enseguida, ella sonrió y siguió caminado asumí que esa sonrisa era el inicio de aquella relación, cuando de pronto timbro su celular, saco el pequeño teléfono del bolsillo de la cartera, llamada entrante, reconoció de quien era y sus ojos si hicieron grandes iluminados por la luz verde del celular, me quede frío y el gesto me puso en la realidad de nuevo, el celular seguía sonando en su mano, me quedo mirando como diciendo que hago, y comprendiendo los términos de nuestra relación me aleje unos metros para que puede conversar con tranquilidad, me senté en aquella vereda de aquella sangucheria de donde me botaron por no dejar pasar a los comensales disculpándome me arrime unos metros, ella conversaba muy tranquila sin gesto en la cara, mientras en mi cabeza me decía y repetía la misma muletilla " No te enamores puedes perder " hay fue cuando decidí no enamorarme y que todo lo que se refiera a ella tomarlo con pinzas y en lo posible no tener algo q mas tarde me recuerde a ella es por eso que me prive voluntariamente de muchas cosas entre ella no escuchas a un cantante bastante conocido llamado Joaquín Sabina y esta es la razón de este posteo.
Puede parecer tonto pero me prive de escuchas a un grande por el solo hecho que a ella le encantaba, lo supe una ves cuando fui a su casa, me sirvió un vaso con whisky con hielos no se si era bueno o malo el whisky pero tenia su gustito además yo no había pasado de AGUARDIENTE el cual debo confesar que soy un asiduo consumidor porque me gusta mucho, me invito a sentarme al tiempo que encendía el equipo de sonido que dejaba sonar la voz aguardientosa y resaqueda de Joaquín Ramón Martínez Sabina, conocido como Joaquín Sabina esa especie de borracho poeta que gusta mucho y al que no quise escuchar para no recordar a esta señorita que al final se enamoro por teléfono de la voz del hermano de un amigo que vive en Italia, de cierta manera me dio bronca, de haberse enamorara de una voz y no de mi, pero la deje realizar su sueño europeo terminando en muy buenos términos después de cinco meses de momentos agradables y de casi haberme dejado en la banca rota por nuestras continuas salidas terminamos una noche en la puerta de su casa con la promesa de seguir siendo amigos que la vedad nunca sucedió.
Esta canción se lo dedico a la señorita de cabellos teñidos de un color castaño oscuro que combinaba muy bien con sus ojos color marronesLeer Mas...
- no jodas, tu no me vas hacer cruzar la pista corriendo, teniendo el puente peatonal en sima nuestro, - cogiéndome de la mano y con el dedo señalando. -esa cosa que cruza a cinco metros de altura con malla de seguridad y que tiene escalera sirve para cruzar la pista y se llama puente peatonal. - me explico con un tono burlón y sarcástico, me había dejado en una total vergüenza y me lo había ganado a pulso, willy sonrió y moviendo la cabeza, subió las escaleras. - te jodió- me dijo rezagándose un escalón, yo sin palabras sonreía por la vergüenza que me había causado esta señorita de cabellos teñidos de un color castaño oscuro que combinaba muy bien con sus ojos color marrones, mientras cruzábamos el puente se hizo el silencio entre los tres, particular mente yo no sabía como romper el hielo, mirándola de reojo le dije en tono gracioso, - creo que te debo una disculpas por querer hacerte cruzar la pista de una manera tan.. tan rápida- su cara dibujo una sonrisa, - no te preocupes q yo también cruzo la pista, si no q esta ves quise hacerte una broma- respondió, los tres reímos por la espontánea broma de la cual había sido presa, bajamos las escaleras, y nos envolvimos en la conversación de toda la vida y de nunca acabar la seguridad de cruzar tranquilo una pista por estos puentes. mientras nos dirigíamos al PULPITO un restaurante cevicheria donde se podía tomar unas chelas tranquilamente, desde lejos se divisaba el enorme cartel con ese dibujo de un pulpo bebe, con un chupón y sonajero, de hay es que provenía el nombre, - que gracioso nombre, pulpito, ¿y siempre vienen aquí? - moviendo la cabeza seguido por sus cabellos, dirigió la pregunta hacía mi. - claro este es el punto de todos los sábados después de cobrar, mejor dicho después de que nos pagas,- se adelanto willy, - es verdad - ratifique.
El pulpito estaba en una esquina, frente a una alameda paralela a esa avenida grande que antes quería cruzar, cubría unas siete cuadras con verde pasto y banquillos pintados de rojo ocre, con esas farolas a media luz, luces intercaladas, no porque diseño, si no por su mal funcionamiento, algunas estaban con las bombillas quemadas inutilizadas por su falta de mantenimiento, que lo decía la falta de pintura de sus bases.
Ingresamos al restaurante pedimos las primeras cervezas a pedido mío. De esa manera iniciamos una muy buena conversación mezclado de temas, bastantes variados, creo q hay comenzó una muy buena amistad con la secretaria de aquel taller en el cual trabajaba contra mi voluntad y mas que nada por necesidad, que poco a poco empecé a estimar por los amigos y grandes compañero que tenía, nos quedamos pasadas las 12 de la noche en aquel lugar en el que comenzó una incipiente relación, iniciada con aquel beso, en aquel taxi camino a su casa, que apenas me acuerdo por el efecto de las cervezas de más.
Por lo ocurrido después no creo q fue una de las mejores relaciones que alguna ves tuve, ella salía de una relación tormentosa con un hombre mayor, casado con una hija, que por bienestar emocional ella había dejado de frecuentar pero siempre contestaba sus llamadas de la manera mas cortes, nunca le dije nada porque iniciando la relación me puso al tanto de como estaba ella emocionalmente, sinceridad que agradecí, entonces era como una relación libre donde estaba de mas que me digan esta prohibido enamorarse, y lo tome como un reto q termine perdiendo casi desde que comenzamos, era mas fácil comenzar a odiarla que comenzar a quererla, pero asumí el reto, - Se que no tengo ningún derecho en esta relación, pero tal ves pueda hacer que te enamores de mi. - le dije una noche mientras caminábamos hacía el paradero, - Creo que no es muy buena idea - contesto después de un pequeño silencio agachando la cabeza como quien mira al piso para no tropezar con algo - tengamos una relación libre, donde podamos salir cuando creamos conveniente, creo q es un muy buen trato. - insistí casi rogando sabiendo que esos ruegos me podrían costar caro, - ¿ y si te llegaras a enamorar de mi? la verdad es que no quiero lastimar a nadie - respondió de inmediato, parándose en seco, y acomodando entre los brazos los libros del curso de ingles que llevaba por las mañana, me miro y espero mi respuesta. - como es una relación libre si llegara ese día reconozco mi derrota y me alejo de ti - repuse enseguida, ella sonrió y siguió caminado asumí que esa sonrisa era el inicio de aquella relación, cuando de pronto timbro su celular, saco el pequeño teléfono del bolsillo de la cartera, llamada entrante, reconoció de quien era y sus ojos si hicieron grandes iluminados por la luz verde del celular, me quede frío y el gesto me puso en la realidad de nuevo, el celular seguía sonando en su mano, me quedo mirando como diciendo que hago, y comprendiendo los términos de nuestra relación me aleje unos metros para que puede conversar con tranquilidad, me senté en aquella vereda de aquella sangucheria de donde me botaron por no dejar pasar a los comensales disculpándome me arrime unos metros, ella conversaba muy tranquila sin gesto en la cara, mientras en mi cabeza me decía y repetía la misma muletilla " No te enamores puedes perder " hay fue cuando decidí no enamorarme y que todo lo que se refiera a ella tomarlo con pinzas y en lo posible no tener algo q mas tarde me recuerde a ella es por eso que me prive voluntariamente de muchas cosas entre ella no escuchas a un cantante bastante conocido llamado Joaquín Sabina y esta es la razón de este posteo.
Puede parecer tonto pero me prive de escuchas a un grande por el solo hecho que a ella le encantaba, lo supe una ves cuando fui a su casa, me sirvió un vaso con whisky con hielos no se si era bueno o malo el whisky pero tenia su gustito además yo no había pasado de AGUARDIENTE el cual debo confesar que soy un asiduo consumidor porque me gusta mucho, me invito a sentarme al tiempo que encendía el equipo de sonido que dejaba sonar la voz aguardientosa y resaqueda de Joaquín Ramón Martínez Sabina, conocido como Joaquín Sabina esa especie de borracho poeta que gusta mucho y al que no quise escuchar para no recordar a esta señorita que al final se enamoro por teléfono de la voz del hermano de un amigo que vive en Italia, de cierta manera me dio bronca, de haberse enamorara de una voz y no de mi, pero la deje realizar su sueño europeo terminando en muy buenos términos después de cinco meses de momentos agradables y de casi haberme dejado en la banca rota por nuestras continuas salidas terminamos una noche en la puerta de su casa con la promesa de seguir siendo amigos que la vedad nunca sucedió.
Esta canción se lo dedico a la señorita de cabellos teñidos de un color castaño oscuro que combinaba muy bien con sus ojos color marronesLeer Mas...
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